La satisfacción de los trabajadores ha estado en el punto de mira en los últimos años por parte de los departamentos de Recursos Humanos. Son muchos los incentivos y beneficios que las empresas ofrecen a sus empleados con la finalidad de retener al talento, así como mejorar la productividad de sus plantillas. Los beneficios sociales y las retribuciones flexibles han sido los programas más desarrollados debido tanto a su versatilidad, como a su fácil implementación y los beneficios que estos también aportan a las empresas.
¿Qué son los beneficios sociales?
Los beneficios sociales son unos complementos a la remuneración que percibe un empleado para llevar a cabo una tarea determinada de una organización. Se trata de servicios o productos que podrá escoger cada empleado aparte de su nómina y cuyo coste recae directamente a la empresa. Es decir, los empleados no pagan nada por el hecho de disfrutar de estos beneficios.
Dentro de los beneficios sociales que pueden ofrecer las empresas a sus trabajadores destacan los gastos de transporte, los gastos de comida, servicios de guardería, seguros médicos y planes de formación, entre otros.
Los beneficios sociales se suelen aplicar a todo el colectivo de trabajadores y no suelen ofrecerse uno a uno o distintos para cada empleado. Sin embargo, es decisión de la empresa establecer qué beneficios ofrece y cuáles son los empleados que van a tener acceso a ellos.
Diferencias entre beneficios sociales y remuneración flexible
La retribución flexible, a menudo, se confunde con los beneficios sociales, pues son términos muy relacionados. Sin embargo, las diferencias entre ellos son varias y afectan tanto a la empresa como al trabajador.
Uno de los puntos más importantes a la hora de diferenciar entre beneficios sociales y remuneración flexible es que el primero está por encima del salario del empleado, mientras que el segundo se incluye dentro del mismo salario.
Así mismo, el coste de estos complementos también es diferente: en el caso de los beneficios sociales, los costes van a cargo de la empresa, mientras que es el empleado el que asume los costes del producto o servicio en caso de la retribución flexible.
Otro punto al que se debe prestar atención es a al carácter de estos complementos. Los beneficios sociales son genéricos y suelen sor los mismos para todos los empleados. Si la empresa decide ofrecer seguro médico, todos los empleados van a disfrutar del mismo. En el caso de la retribución flexible es el empleado el que decide si quiere este tipo de retribución o no.
A pesar de todas estas diferencias, hay dos puntos en común que tienen estos tipos de remuneraciones: su importe solo puede ser de hasta el 30 % del salario anual y ambos ofrecen ventajas tanto para la empresa como para los empleados.
Ventajas de los beneficios sociales para las empresas
Las prioridades laborales y personales de los trabajadores han cambiado mucho en los últimos años. Anteriormente, tener un buen empleo con un buen sueldo y permanecer en una empresa por largo tiempo era la tendencia. Sin embargo, en la actualidad, este colectivo se siente mucho más atraído, y valora, otros conceptos como tener más tiempo libre, disfrutar de ciertas ventajas (como los beneficios sociales), poder trabajar desde casa, etc. Por ello, los programas de beneficios sociales aportan muchas ventajas a las empresas.
El primero es, sin duda, el hecho de que los beneficios sociales no tributan en el IRPF y los gastos derivados de ellos son deducibles al 100 % del Impuesto de sociedades.
El segundo lugar, la caza del talento y la retención de los empleados es algo que también se consigue a través de estos beneficios. Los empleados no solamente disfrutan de una nómina, sino que tienen otras ventajas que les animan a quedarse a la misma empresa: se fideliza al empleado.
En tercer lugar, y último lugar, esta fidelización del empleado hace que sea mucho más productivo, por lo que los recursos de la empresa se explotan mucho más, dando lugar a márgenes comerciales mucho más elevados.
Ventajas de los beneficios sociales para los empleados
Además de los numerosos beneficios para las empresas, los empleados también disfrutan de ventajas con los planes de beneficios sociales.
Por un lado, están en una empresa que se compromete con ellos y les ofrece beneficios que no obtendrían en otras empresas. Además, estos beneficios están libres de tributación, por lo que es una parte del sueldo que queda íntegro: no supone un incremento en la base imponible, por lo que no deben satisfacer más IRPF en sus declaraciones anuales.
Por otro lado, es importante destacar que estos beneficios sociales tributan en la Seguridad Social, por lo que sus bases de cotización para la jubilación y otros conceptos se ven incrementados.
¿Cómo llevar a cabo un programa de beneficios sociales?
Cualquier empresa que quiera llevar a cabo un programa de beneficios sociales deberá empezar por sondear a sus empleados: es crucial saber qué tipo de beneficio atrae más en general.
Seguidamente, la empresa deberá establecer un presupuesto para este programa y buscar las alternativas que se ajusten a las necesidades de los empleados y a las suyas propias.
Por último, se debe comunicar a los empleados la implantación de este programa y explicarles cómo les beneficiará y en qué parte de la nómina podrán verlo reflejado. Así mismo, es fundamental que la empresa alargue este programa lo suficiente como para medir la productividad y la retención de los empleados.
Los beneficios sociales son una herramienta de lo más eficaz a la hora de promover la fidelidad de los empleados, así como para obtener mejores resultados comerciales. Además, los empleados tendrán servicios a su alcance que les facilitarán mucho su día a día, por lo que se sentirán más valorados e integrados en la propia empresa.