La curva de aprendizaje es uno de los elementos más valorados en las empresas a la hora de analizar la capacidad de los empleados de adaptarse a las nuevas herramientas digitales, máquinas de producción, etc. Os contamos a qué hace referencia este concepto, así como las etapas que forman parte de este proceso.
¿Qué es la curva de aprendizaje?
El concepto de curva de aprendizaje fue establecido por Hermann Ebbinghaus, filósofo y psicólogo alemán, quién dedicó un monográfico a explorar este concepto. A lo largo de este estudio, este filósofo pudo demostrar que más de la mitad los conceptos aprendidos, sean los que sean, se acaban olvidando al cabo de unos días o semanas si estos no son empleados o repasados.
Gracias a este estudio, son muchos los avances que se han logrado en campos tan variados como la educación, la psicología, los Recursos Humanos y la economía, solo para mencionar algunos de ellos.
En el campo de los Recursos Humanos, este estudio se usa para controlar los aprendizajes de los empleados, así como para establecer los procesos por los que este trabajador en formación va a pasar, el tiempo necesario para la adquisición de las nuevas habilidades, etc.
Etapas de una curva de aprendizaje
La curva de aprendizaje es el período que va desde que un empleado empieza una formación y el final de esta, entendiéndolo como la adquisición y la interiorización de los conceptos y habilidades. Así, dentro de esta curva se distinguen 4 etapas diferentes:
Etapa inicial o etapa de crecimiento
Esta primera etapa se caracteriza por el inicio de la formación, siempre empezando por los conceptos más comunes. En este sentido, se establece el tiempo aproximado que un empleado va a necesitar para completar la formación. Así mismo, a lo largo de esta fase, ya se empiezan a ver resultados, pues estos se adquieren de una forma relativamente rápida.
Segunda etapa: ralentización del aprendizaje
En esta etapa es fácil ver cómo hay una ralentización en el aprendizaje: los conceptos comunes sin más limitados y cuestan más de ser adquiridos.
Etapa de la meseta
En este punto, se considera que la persona que está aprendiendo ya no tiene mejores ni peores resultados, sino que se estabiliza. Esta estabilización demuestra que los conocimientos han sido adquiridos y asentados.
Crecimiento y profundización
Por último, en la etapa de crecimiento y de profundización, la persona que está aprendiendo se centra ya en conceptos mucho más específicos y esto hace que la curva de aprendizaje vuelva a crecer un poco.
Las etapas de la curva de aprendizaje son siempre las mismas, aunque pueden ser representadas de diferentes maneras, ya que no todos aprendemos del mismo modo. Así, habrá estudiantes, por ejemplo, que alargarán la primera etapa, mientras que otros necesitarán más tiempo para interiorizar los conceptos primarios antes de pasar a los conocimientos más específicos.
Así, la curva de aprendizaje, pese a estar definida, demuestra diferentes patrones en función de las capacidades de cada persona en formación.
¿Se puede acelerar la curva de aprendizaje?
La curva de aprendizaje puede ser acelerada siempre que el estudiante tenga ciertas habilidades y el tiempo necesario para dedicar al estudio y a la adquisición de nuevos conceptos y habilidades. Así, esta curva va a depender de varios factores como el tiempo y las habilidades personales, pero también de:
El entorno del aprendizaje
Este es un aspecto muy importante, ya que, si no se dispone de un espacio libre de distracciones, el aprendizaje será mucho más complejo y se demorará en el tiempo. De este modo, este espacio debe estar bien diseñado y decorado para que el alumno, estudiante, se sienta cómodo y tranquilo en él.
Diseño de los materiales
Otro aspecto que ha demostrado marcar la diferencia en la velocidad de aprendizaje es la calidad y el diseño de los materiales, así como el estilo de aprendizaje. Estos deben ser claros y concisos, con ejemplos y resaltando las partes más relevantes. Del mismo modo, las personas que transmiten el conocimiento también deben tener los conocimientos adecuados, así como grandes dotes de comunicación.
Disposición y motivación
La disposición y la motivación de una persona frente a una acción formativa son determinantes a la hora de interiorizar los conceptos más rápidamente. Si una persona siente una fuerte motivación, será capaz de absorber rápidamente los conocimientos que se le transmiten. Por el contrario, la desmotivación puede llevar a la ralentización de todas las etapas de la curva de aprendizaje. Incluso, puede llegar al abandono de la formación.
El aprendizaje es algo que nos acompaña a lo largo de nuestra vida; todos aprendemos y lo hacemos a diario, aunque no nos demos cuenta de ello. Sin embargo, cuando se hace referencia a aprendizajes conscientes, son muchos los factores que pueden influir en su adquisición. La curva de aprendizaje nos permite valorar el tiempo necesario para la adquisición de nuevas habilidades, así como el momento del proceso en el que se encuentra la persona que está aprendiendo.