La tecnología y la digitalización en general están presentes en nuestro día a día y es por ello que ha nacido un nuevo concepto conocido como digital wellbeing. Y es que no hay casi nada que podamos hacer que no nos lleve a usar dispositivos electrónicos, como el ordenador o el móvil. Por ello, cada vez son más frecuentes las enfermedades y dolencias derivadas del uso de estos dispositivos.

Para tratar de mitigar este impacto, los profesionales de la salud reclaman más control sobre las horas de exposición a la tecnología, así como la necesidad de “desconectar” de vez en cuando. Como respuesta a estas reclamaciones, nace el concepto del digital wellbeing o bienestar digital.  Pero, ¿qué es el digital wellbeing? ¿Podemos, realmente, aplicarlo a nuestro día a día?

¿Qué se considera wellbeing?

Antes de hablar del digital wellbeing o bienestar digital es necesario aclarar qué se considera wellbeing o bienestar. La Constitución de la OMS (Organización Mundial para la Salud) establece lo siguiente: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.» Así, el bienestar personal es un estado de satisfacción, de comodidad y de confort al que todos tenemos derecho y que solo se consigue si gozamos de una buena salud. Este estado nos permitirá disfrutar de un buen equilibrio entre responsabilidades y derechos que nos llevará a vivir una vida mucho más plena.

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Digital wellbeing en una sociedad digitalizada

Si entramos un poco más en detalle en el concepto de wellbeing, nos encontramos con otro concepto de lo más relevante en la actualidad: el digital wellbeing o bienestar digital.

Se entiende por bienestar digital la necesidad de dejar de lado los dispositivos electrónicos durante unas horas para volver a conectar con nosotros mismos. Este es un concepto que se refiere tanto a limitar el uso que le damos a nuestros dispositivos, así como a las horas que pasamos trabajando delante de las pantallas. Es decir, reducir la exposición a cualquier dispositivo electrónico en pro a nuestra salud, tanto física como mental. Pero, ¿Cómo podemos controlar las horas de exposición y reducirlas?

Para poder responder a esta pregunta, Google va a llevar a cabo un estudio junto a la Universidad de Oregón con el objetivo de identificar qué elementos dañinos o nocivos de nuestros smartphones se podrían controlar mejor y mitigar así sus consecuencias, al mismo tiempo que se mantienen los beneficios.

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Bienestar digital: recursos para llevar un control de exposición a las tecnologías

Dejando de lado las horas de exposición a dispositivos en horario laboral, que son las que menos podemos controlar, debemos centrarnos en el tiempo personal que dedicamos a estos dispositivos: usar el móvil para mirar noticias, hacer búsquedas en Internet, usar aplicaciones, etc.

Para poder reducir el tiempo que dedicamos al uso de nuestros dispositivos, disponemos de una gran cantidad de aplicaciones y recursos de bienestar digital de lo más variados. Con ellos, no solo podremos saber cuántas horas utilizamos el móvil, sino también qué aplicaciones son las que más nos enganchan y, por ende, con las que pasamos más tiempo.

Aplicaciones de bienestar digital: en todos los dispositivos

Pese a disponer de varios recursos para la desconexión digital, hay uno que destaca por encima de todos: las aplicaciones de bienestar digital. Muchos de los móviles que podemos comprar ya cuentan con apps de control de exposición. Sin embargo, para aquellos que no tengan un móvil actualizado, hay aplicaciones similares disponibles para descargar. Sin importar el origen de la aplicación que usemos, las funcionalidades son las mismas y de lo más completas.

Informes semanales de uso del teléfono

Uno de los primeros recursos que nos ofrecen estas apps es la posibilidad de ver cuántas horas hemos utilizado el teléfono a la semana. Con esta información, podremos valorar si el tiempo que pasamos con el móvil es el adecuado, o bien si debiéramos reducirlo para dedicarnos a otras actividades más sociales.

Aplicaciones más usadas y tiempo invertido en ellas

Otra información que podemos conseguir con el uso de estas aplicaciones de bienestar es saber qué uso le damos a nuestro dispositivo; es decir, cuánto tiempo pasamos en Internet, jugando o usando las apps. De este modo, tendremos una imagen mucho más completa de qué es lo que más nos engancha al móvil y podremos reducir el tiempo que invertimos en ello.

Las notificaciones son constantes en casi todos los móviles, ya sea porque nos llega un correo electrónico, nos mandan un mensaje por WhatsApp o se ha publicado una noticia de un medio que seguimos. Este bombardeo constante de notificaciones afecta a nuestro rendimiento durante el día al tener que estar pendientes de ellas. Y, por la noche, nos priva del descanso adecuado. Por este motivo, las aplicaciones de bienestar digital incluyen el modo descanso, mediante el cual estableceremos unas horas en las que no estaremos disponibles. Durante estas horas, el móvil silenciará todas las notificaciones que nos vayan llegando.

Además de estas funcionalidades, las más destacadas, cada aplicación de bienestar digital incluye las suyas propias. De este modo, podremos valorar las funcionalidades que cada una de ellas nos ofrece y descargar la que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Hacer uso de todos los recursos que tenemos a nuestro alcance para desconectarnos de la tecnología es necesario para garantizarnos no solo una vida social más activa, sino también una buena salud.

 

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Nuria Capdevila