Las empresas tienen la necesidad de ir reorganizándose y adaptándose a los cambios de la sociedad. Así, para que una organización pueda avanzar, deberá ir haciendo ajustes en sus procesos para adaptarse y sobresalir en su mercado de referencia. Y, una de estas adaptaciones es el Downsizing.
¿Cuál es el significado de downsizing?
El downsizing hace referencia a una estrategia llevada a cabo por las empresas, mediante la cual se busca reducir costes reduciendo el número de empleados. También se simplifican procesos y se unifican departamentos en caso de ser necesario.
Tipos de Downsizing
No todos los tipos de Downsizing darán buenos resultados en aquellas empresas en las que se aplique. Hay dos tipos de ellos y, en función de cómo actúe la empresa, será una técnica eficiente o no.
Downsizing reactivo para mejorar competitividad
El Downsizing reactivo se produce cuando una empresa, simplemente, opta por despedir a ciertos empleados con el fin de minimizar los costes y ser, de este modo, más competitiva. Esta reducción de plantilla suele ser muy traumática y genera, en muchas ocasiones, desajustes en la contabilidad a la hora de hacer pagos importantes por despidos.
El Downsizing proactivo por reestructuración empresarial
Cuando se habla de Downsizing proactivo se hace referencia a una organización empresarial ante el intento de reajustar plantilla, procesos y costes. Así, en este caso, la organización empieza el proceso con un proyecto.
En el proyecto de Downsizing, el departamento de Recursos Humanos trabajará con los responsables de los demás departamentos para hacer un estudio de los diferentes puestos de trabajo, de los procedimientos que se llevan a cabo, del tiempo que se invierte en cada tarea, etc. De este modo, se podrán identificar aquellos puestos que no son necesarios o bien aquellas áreas que requieren de algún tipo de apoyo.
En el caso de un Downsizing proactivo, tanto la empresa como los empleados sufren menos y todas las salidas se ajustan a las necesidades reales de la empresa.
¿Cómo se implementa el Downsizing?
Implementar el Downsizing es un proceso que deben llevar los responsables de las diferentes áreas de la empresa junto a dirección. Así, el primer paso será llevar a cabo un estudio detallado de la actividad de la empresa, de los objetivos a los que se quiere llegar, de todos los procesos y departamentos, así como de todos aquellos empleados que forman parte de ellos.
Una vez se han establecido todos estos datos, será necesario “escoger” aquellos empleados a los que se quiere despedir. En este punto, es importante valorar tanto las capacidades como las habilidades de cada uno de ellos. Solo quedarán aquellos que se ajusten al perfil demandado por la empresa.
El Downsizing y la legislación
La estrategia del Downsizing está delimitada en la legislación del país y esta situación solo puede ser aplicada si se dan una serie de supuestos. Para ello, la empresa deberá poder alegar alguna de las siguientes situaciones:
- Causas económicas: en este caso, se deben justificar pérdidas considerables o bien se debe poder prever una caída en las ventas o en los ingresos.
- Causas técnicas: en este apartado, se incluyen todos aquellos cambios que estén relacionados con los medios o los instrumentos de producción, así como sus procesos.
- Causas organizativas: cualquier cambio que se haya dado en la organización y que afecte a la viabilidad de la empresa.
- Causas que afectan a la producción: no solamente una previsible caída en las ventas puede ser causa de Downsizing en este aspecto, sino que también se incluye cambios en los productos demandados que impliquen un cambio en los procesos de fabricación.
Además, también será necesario que la empresa haga llegar esta información a los representantes de los trabajadores con quienes deberá negociar los despidos “masivos” a la vez que las condiciones en las que estos se van a dar.
Así mismo, también es destacable que no se podrán eliminar todos los puestos de trabajo que quiera la empresa, sino que hay unos porcentajes que se deben tener en cuenta en función del tamaño de la empresa. Si la extinción de contratos afecta a más de la mitad de los empleados, los empresarios deberán justificar la venta de patrimonio empresarial que no sea esencial para su actividad.
Por último, si el despido afecta a más de 50 empleados y la empresa no está en concurso, esta deberá ofrecer un plan de recolocación externa, así como medidas de formación y orientación profesional a aquellos empleados con los que decida acabar la relación laboral. Además, para aquellos despidos de personal mayores de 50 años, el Estatuto de los Trabajadores prevé otras medidas, como pueden ser varias aportaciones a los convenios especiales para su jubilación.
Cualquier organización puede encontrarse en la necesidad de reducir personal de sus plantillas. Sin embargo, esta reducción está sujeta a una serie de parámetros por ley que deben respetarse. Así mismo, estos despidos deberán negociarse con los representantes de los trabajadores de la empresa.