Las estructuras y organizaciones de las empresas pueden ser tan variadas como empresas haya y es que, en general, no se puede establecer una organización fija que funcione bien para todos los tipos de negocio. Por ello, resulta fundamental que cada negocio valore sus objetivos y necesidades, así como también los departamentos en las que se estructura y los diferentes empleados que forman parte de ellos. Una vez estos parámetros están establecidos, desde Recursos Humanos deberán encontrar la fórmula que permita a la empresa organizarse adecuadamente y uno de estos tipos de organización es el organigrama circular.
¿Qué es un organigrama circular?
El organigrama circular es un tipo de esquema que se estructura en forma de círculos. Cada nivel del negocio irá representado en uno de los círculos, así como también lo harán los mandos y los empleados.
La estructura circular se usa en aquellas empresas en las que se quiere priorizar las relaciones interpersonales entre mandos y empleados, así como entre los empleados de los diferentes departamentos. A diferencia de otros organigramas, este no se centra en los mandos en sí mismos, sino que pretende colocar a los empleados a posiciones similares y centrarse en los objetivos de la empresa.
Ventajas del organigrama circular
Como se ha mencionado, el organigrama circular se centra en las relaciones entre empleados, lo que fomenta el trabajo en equipo. Sin embargo, esta no es la única ventaja que se obtiene de este tipo de organización empresarial.
Motivación de los empleados
Con este organigrama, la motivación de los empleados es mucho mayor, ya que se genera confianza. Además, al ser un esquema muy flexible, los empleados suelen ser mucho más leales a la empresa, lo que potencia la retención de talento.
Adaptación de la empresa a los clientes
En este tipo de organigramas, los clientes son el centro. De este modo, se consigue trabajar mucho más en las necesidades de estos. De este modo, los objetivos de la empresa son más fáciles de cumplir y los beneficios mucho mayores. Todos los departamentos, por definición, giran en torno a los objetivos de la empresa y de sus clientes, lo que potencia los resultados positivos.
Democracia en la empresa
Al ofrecer libertad a los empleados, así como la comunicación, la empresa suele contar con muchas más ideas y recursos con los que llegar a los objetivos establecidos. Así mismo, todas las decisiones se toman entre todos los empleados, dejando de lado el modelo en el que las decisiones quedan en manos de los gerentes.
Adaptación a los cambios
Como se ha mencionado, este tipo de organigrama es de los más flexibles. Esto fomenta la adaptación de la empresa y de sus empleados a los cambios del mercado.
Desventajas del organigrama circular
Las ventajas del organigrama circular son muchas, pero también es cierto que existen una serie de desventajas que deben tenerse muy en cuenta.
Por un lado, se puede destacar el hecho de que aplicar este sistema de organización comportaría problemas a la hora de gestionar una gran cantidad de empleados, lo que es el caso de las grandes empresas. Así mismo, la comunicación no sería lo directa y fluida que debe ser para disfrutar de las ventajas de este sistema.
Por otro lado, también es importante destacar que aquellas empresas en las que se necesite un control muy rígido entre departamentos no deberían utilizar este tipo de estructura empresarial: no solamente se rompe la cadena de mando, sino que los cargos de mayor responsabilidad quedan abiertos a todos los empleados, lo que puede dificultar sus tareas.
¿Cómo confeccionar un organigrama circular?
Cualquier empresa que quiera implementar este tipo de estructura jerárquica deberá empezar por diseñar una plantilla y seguir una serie de pasos para que esta resulte efectiva.
Para empezar, resulta fundamental analizar todos los puestos de trabajo que hay dentro de la empresa. Así mismo, se deben tener en cuenta las tareas a realizar, la función que cumple cada empleado y los objetivos que se quieren conseguir.
Seguidamente, será necesario colocar a los clientes en el centro del organigrama circular. Esto implica que se debe hacer un organigrama completo para cada cliente, pues sus necesidades pueden ser de lo más variadas y muy diferentes.
El tercer paso consistirá en organizar el esquema en una estructura horizontal, en vez de usar una vertical. En este mismo paso, será necesario organizar los diferentes niveles entre los empleados: gerentes, asociados, consejeros, mandos y empleados. Es importante recordar que este tipo de organigramas va muy destinado a los clientes, por lo que la estructura deberá ser una que permita al cliente contactar con cualquier empleado cuando sea necesario: producción, contabilidad, comercial, etc.
Por último, se debe establecer la flexibilidad de este modelo. Es decir, si van a haber incentivos y cuáles serán, cómo se pueden gestionar los diferentes departamentos y tareas, los empleados, etc. En cierto modo, el organigrama debe dejar mucho margen de actuación a los trabajadores, por lo que la confianza resulta fundamental.
Además de crear el organigrama circular, también será necesario aportar documentación extra a los empleados, sobre todo, a las nuevas incorporaciones. Así, cada uno de ellos debe saber exactamente cuáles son los valores y la filosofía de la empresa, los objetivos y los tipos de clientes, entre otra información relevante.
Los organigramas circulares, a diferencia de los verticales, son especialmente útiles en aquellas empresas donde se priorizan los clientes y orientadas a la consecución de objetivos. Así mismo, es indicado para aquellos negocios en los que haya poco personal y se les pueda dar confianza. Es decir, es un modelo de negocio que apuesta por la flexibilidad y radica en que todos los empleados están enfocados en el mismo punto final.
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