La sociedad en la que vivimos está en constante desarrollo y, cada vez, son más los cambios que las empresas deben aplicar a sus organizaciones con el fin de ser más rentables, productivas y estar más orientadas al éxito: uno de ellos es el salario emocional. No solo estamos hablando de digitalizar y automatizar procesos, sino que también se ha extendido, y seguirá haciéndolo, un nuevo modo con el que relacionarse con los trabajadores.

Tener un buen salario es algo que cualquier empleado busca; sin embargo, en la actualidad, han empezado a valorarse otros conceptos no relacionados con las compensaciones económicas: los salarios emocionales. Estos salarios no únicamente fortalecen la relación entre empresa y trabajador, sino que aumentan la productividad y evitan la rotación de personal que tanto daña a las organizaciones.

¿Qué es el salario emocional y cómo se aplica?

El salario emocional, también conocido como sueldo emocional, es un concepto extra vinculado a la retribución de los empleados. Estos salarios pueden ser de varios tipos, pero nunca son compensaciones económicas. Están orientados a la conciliación laboral y a al bienestar de los trabajadores. Son prestaciones enfocadas, únicamente, a satisfacer algunas de las necesidades básicas de los trabajadores y a mejorar, de este modo, su calidad de vida.

Con estos salarios emocionales, los empleados no simplemente se sienten más contentos en su lugar de trabajo, sino que se implican mucho más en sus labores. Por ende, la empresa siempre acaba ganado en productividad.

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Ejemplos salario emocional según la empresa

Existen varios tipos de salarios emocionales que las empresas pueden ofrecer a sus trabajadores de acuerdo con sus propios recursos. Los tipos de salarios emocionales más extendidos en la actualidad son:

Trabajo en horario flexible y en remoto

Ofrecer a los trabajadores un horario flexible y la posibilidad de trabajar desde donde ellos quieran es uno de los salarios emocionales más usados. Con ello, el trabajador puede disfrutar de una vida laboral conciliada con la personal. Además, el hecho de poder trabajar cuando estamos al 100%, hace que los resultados sean más positivos.

Guarderías

Otro salario emocional de lo más demandado y, por ende, de los más ofrecidos es el servicio de guardería. Son muchos los trabajadores que no encuentran personas responsables que se hagan cargo de sus hijos a la hora de llevarlos y recogerlos de la guardería. Además, al ser un servicio privado, dejar a los hijos en la guardería es un sobrecoste en la economía familiar. Aquellas empresas que ofrecen este servicio no solo ayudan a sus empleados a eliminar este gasto, sino que les aportan tranquilidad, sabiendo que sus hijos están en manos de profesionales. Una vez más, la tranquilidad del trabajador prima por encima de lo demás y, por ende, sus resultados son mejores.

Planes de formación

Los planes de formación es otro de los salarios emocionales que las empresas pueden ofrecer a sus trabajadores. En este caso, es la empresa la que se hace cargo de los gastos derivados de la formación de los trabajadores. De este modo, los empleados no solamente amplían sus estudios y se vuelven más productivos, sino que aportan nuevos conocimientos de gran interés a la empresa.

Salas de descanso, gimnasio y otras instalaciones de uso común

Estos espacios son ideales para que los trabajadores puedan desconectar un poco cuando se sienten abrumados o no están en su máximo rendimiento. Son espacios abiertos a todos los trabajadores en los que, además de poder ejercitarse, pueden socializar con otros empleados durante el tiempo que consideren necesario.

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Beneficios del salario emocional para empresa y trabajadores

Los beneficios de los salarios emocionales son muchos y no solo para los trabajadores. Por un lado, los empleados gozan de tiempo para ellos, pueden estudiar sin asumir costes y están más tranquilos en general; pueden trabajar cuando se sientan listos para ello, a la vez que pueden hacerlo desde cualquier lugar. Como resultado, los trabajadores acaban siendo más productivos con una fuerte motivación. Por otro lado, la empresa gana en trabajadores más motivados y en menos rotaciones, lo que significa menos recursos para ir enseñando a nuevos trabajadores.

Al ser muchos los beneficios que aportan estos sueldos emocionales, cada vez son más las empresas que dedican parte de sus recursos a ello. De hecho, y por ello se ha extendido el uso de estas compensaciones, existe el Best Places to Work: una lista con todas las empresas y organizaciones que ofrecen este tipo de compensaciones a sus trabajadores. Con ella, los empleados conocer cuáles son las mejores empresas en las que trabajar y harán cuando sea posible para acceder a ellas. Ellos conseguirán dichas ventajas y la empresa, una mayor estabilidad.

El salario emocional, o el sueldo emocional, es un nuevo concepto que ha entrado con mucha fuerza en nuestra sociedad. Tanto las empresas como sus empleados salen beneficiados de ello y, como resultado, se incrementa el bienestar y la productividad.

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Nuria Capdevila